El motor es el corazón de tu vehículo, y cuidarlo correctamente puede significar la diferencia entre disfrutarlo por años o enfrentarte a reparaciones costosas antes de tiempo. Para prolongar su vida útil, es fundamental realizar los mantenimientos básicos a tiempo. Cambiar el aceite y el filtro regularmente es quizá la acción más importante: el aceite lubrica y protege las piezas internas, y si está sucio o en mal estado, puede causar un desgaste prematuro. También es clave revisar los niveles de refrigerante para evitar sobrecalentamientos, así como usar siempre el tipo correcto de combustible recomendado por el fabricante.
Evitar aceleraciones bruscas en frío, no sobrecargar el vehículo y conducir de manera suave también ayudan a reducir el estrés sobre el motor. Mantener los filtros (de aire, combustible y aceite) limpios permite un funcionamiento más eficiente y evita que entren impurezas que puedan dañarlo. Por último, escuchar al auto y no ignorar ruidos extraños, vibraciones o luces de advertencia puede ayudarte a detectar problemas antes de que se agraven.
Con estos cuidados simples pero constantes, puedes extender considerablemente la vida del motor y asegurarte de que tu auto te acompañe confiablemente por muchos kilómetros.