La transformación de autos clásicos a eléctricos es una tendencia creciente que combina el encanto y estilo vintage con la movilidad sostenible. En México y el mundo, cada vez más entusiastas y talleres especializados están dando nueva vida a vehículos antiguos, reemplazando sus motores de combustión por sistemas eléctricos modernos.
El proceso implica retirar el motor tradicional y sus componentes relacionados, para instalar motores eléctricos, baterías y sistemas de gestión energética que permiten mantener el rendimiento y la autonomía adecuada, pero con cero emisiones contaminantes. Aunque la inversión puede variar según el modelo y los componentes, los costos suelen oscilar entre 300,000 y 700,000 pesos mexicanos, dependiendo del grado de personalización y tecnología usada.
Los beneficios son múltiples: además de reducir la huella ambiental, estos autos conservan su valor histórico y estética única, mientras ofrecen un manejo más silencioso, eficiente y de menor mantenimiento. En México, talleres especializados en ciudades como Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey están impulsando esta tendencia, ofreciendo servicios integrales para convertir clásicos a eléctricos.
Esta fusión entre tradición y tecnología representa una opción atractiva para quienes buscan cuidar el medio ambiente sin renunciar al estilo y la personalidad que solo un coche clásico puede ofrecer.