En las principales ciudades de México, como Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, el tráfico vehicular, la contaminación del aire y la falta de espacio para estacionar son desafíos diarios. En este contexto, los microautos eléctricos y vehículos de movilidad personal se presentan como una solución viable, económica y sustentable.
¿Qué son los microautos eléctricos?
Los microautos eléctricos son vehículos compactos, usualmente diseñados para uno o dos pasajeros, que funcionan exclusivamente con baterías eléctricas. Son ideales para recorridos cortos en zonas urbanas, tienen bajos costos de operación y su mantenimiento es mínimo comparado con los autos tradicionales.
Ventajas clave:
- Movilidad eficiente: Su tamaño reducido permite circular por calles estrechas y encontrar estacionamiento con mayor facilidad.
- Bajo consumo energético: Son mucho más eficientes que un automóvil convencional. Algunos modelos consumen menos de 10 kWh por cada 100 km.
- Cero emisiones: Al no producir gases contaminantes, contribuyen a la reducción de la huella ambiental en las ciudades.
- Exención de verificación y tenencia: En ciudades como CDMX, están exentos de estos pagos por ser vehículos eléctricos.
Modelos disponibles en México:
- Renault Twizy: Uno de los modelos más populares en Europa y disponible en México. Compacto, seguro y funcional para dos personas.
- Zacua MX2/MX3: Marca mexicana con autos eléctricos pensados para el entorno urbano. Hechos con tecnología nacional y diseño funcional.
- JETASUN E-Car: Alternativa económica para quienes buscan un auto urbano de cero emisiones.
Limitantes actuales:
Aunque son una solución prometedora, aún enfrentan ciertos retos:
- Infraestructura de carga limitada.
- Autonomía reducida (entre 80 y 160 km por carga).
- Precio inicial más alto en comparación con motos o autos usados.
¿Qué sigue para México?
Con incentivos gubernamentales y un cambio de mentalidad hacia la movilidad sustentable, los microautos eléctricos podrían convertirse en una solución clave para la movilidad urbana. Además, si se integran con sistemas de transporte público o plataformas de car sharing, pueden transformar completamente la forma en que nos movemos en las ciudades.